
Xul Solar es uno de mis pintores favoritos. Lo descubrí en Buenos Aires. En él están inspirados los rasgos de este rostro: la nariz triangular, las pupilas cuadradas, la predominancia de líneas rectas y los ojos juntos o montados. En este vídeo se pueden ver algunas obras que no están en la colección del museo, aunque los colores desmerecen mucho del original, sobre todo las acuarelas, que son una preciosidad. Como una de las muchas curiosidades que rodean a este enigmático hombre, Borges contaba que su amigo Xul Solar había inventado una panlengua que reflejaba todas las lenguas de la Tierra.
El original de esta ilustración es una acuarela hecha en un pueblo de los Picos de Europa frente a Collado Jermoso, un imponente paisaje «virtual», como decía un senderista que conocimos en el Río Cares. Un paisano daba por hecho que estaba inmortalizando aquellas maravillosas montañas y, sin poder aguantar más la curiosidad, se acercó a ver lo que estaba pintando. Sorprendido y decepcionado exclamó:
Ah, ¡pero si es un mamarracho!
A mi amiga Mariló y a mí nos dió la risa, y la acuarela fue bautizada (con todo el respeto) como San Cucufato del Valle, el cual nos protegería del oso que dicen que vive en el monte (el bosque), y con el que estaba segura que nos toparíamos en alguna de nuestras caminatas.
La he recompuesto totalmente, eliminé el color, dupliqué la imagen y la pasé por los filtros de fotocopia y tampón.
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